La mirada del Cine al Cáncer de Mama

 

El 19 de octubre de cada año se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama. Esta fecha pretende sensibilizar a la población con un mensaje clave: la importancia de la detección precoz, a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos de cáncer de mama, lo cual sigue siendo la piedra angular de la lucha contra esta enfermedad.

En México, el cáncer de mama (CaMa) es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres de 25 años y más. En 2017, la tasa de mortalidad por CaMa era de 19.04 defunciones por cada cien mil mujeres de 25 años y más; mientras que este indicador se ubicó en 15.6 en 2005 y fue de 16.9 en 2010. La importancia de este padecimiento es tal, que entre las mujeres de 20 años y más, 16.3% de las defunciones por tumores malignos se deben al CaMa, por lo que se encuentra en primer lugar de las muertes por dichas causas.

El riesgo de cáncer puede reducirse:

  • evitando consumir tabaco;

  • manteniendo un peso corporal saludable;

  • comiendo una dieta saludable en la que se incluyan frutas y verduras;

  • realizando actividad física de forma regular;

  • evitando el consumo nocivo del alcohol.

  • vacunándose contra el VPH y la hepatitis B en caso de pertenecer a un grupo para el que se recomienda la vacunación;

  • evitando la radiación ultravioleta (que resulta principalmente de la exposición al sol);

  • reduciendo (en la medida de lo posible) la exposición a la radiaciones ionizantes (por motivos profesionales o durante la realización de pruebas de diagnóstico por la imagen).

  • reduciendo la exposición a la contaminación del aire exterior e interior, incluida la exposición al radón (un gas radiactivo que se produce al desintegrase de forma natural el uranio). La exposición al radón puede producirse en hogares y edificios).

En Observatorio Centro de Estudios Cinematográficos vemos al cine como un recurso educativo y como el medio perfecto para divulgar, comunicar e informar, con su imagen y sonido, es un despertador de emociones dentro de la "cultura cinematográfica". Queremos compartir con ustedes la mirada de cine al cáncer de mama mediante las siguientes 4 películas:

Mi vida sin mí (2003) es una invasión de respuestas. Conmovedora de principio a fin, la cinta de Isabel Coixet narra la historia de una joven que exprime la vida ocultando al mundo su destino. Ann vive en una caravana en el jardín de su madre en las afueras de Vancouver (Canadá). Paradójicamente, la cruda situación de Ann cambia por completo tras el diagnóstico médico de que padece cáncer. Éste, avanzado como está, le permitirá vivir poco tiempo más. Ann descubre entonces el placer de vivir y, guiada por un impulso vital, completa una lista de "cosas que hacer antes de morir".

Magda también busca la consecución de su satisfacción personal. Ma ma (2015), de Julio Medem, es una llamada a disfrutar de la vida, por obstáculos que ésta ofrezca. Desde el comienzo de la película, Magda (Penélope Cruz), reciente parada, abandonada y enferma, es luz, positividad y valentía. Aunque dramática, la última fábula del director vasco nos regala insospechadas escenas de humor y delicada felicidad.

La solidaridad por el cáncer, la comunicación familiar, el apoyo en la crianza de los hijos, el tiempo de caridad, las dudas del mañana... Conceptos poco frívolos que enfrenta la cinta con unas Julia Roberts y Susan Sarandon en estado de gracia. A debate: El pasado, el futuro y la enfermedad.

"Five" (2011) es una suma de cinco historias. Cinco cortometrajes que retratan las experiencias de cinco mujeres con cáncer de mama; cinco muestras sobre cómo el diagnóstico de la enfermedad impacta no sólo a la mujer afectada sino también a quienes las rodean. La película, dirigida por Jennifer Aniston y Demi Moore, huye de sentimentalismos y morbosidades.

 
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